Los días 3, 4 y 5 de Agosto se realizó en la Antigua Escuela de Jurisprudencia, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el VI Congreso del Partido Comunista de México, al cual asistieron como delegados 190 camaradas de 23 entidades del país; también se contó con la presencia fraterna del Partido Comunista de Grecia, Partido Comunista de Cuba, Partido Comunista Peruano, Partido Comunista Paraguayo, Partido Comunista de Venezuela, Partido Comunista de los Pueblos de España, Partido Comunista de El Salvador, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común - Colombia y del Partido de los Comunistas de los EEUU. El VI Congreso del PCM también recibió el saludo fraternal de 41 partidos comunistas y obreros, y otras organizaciones revolucionarias de todos los Continentes.
El día 3 de Agosto, previo a la instalación del VI Congreso, se realizó el Seminario Internacional de intercambio sobre la experiencia de los partidos comunistas y obreros en el trabajo de masas.
La instalación de los trabajos recibió el saludo fraterno del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, del Sindicato de Trabajadores del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, de Resistencia-IMSS, del Sindicato de Trabajadores de la Cultura, así como del Partido Popular Socialista de México, Partido Popular Socialista, Partido Popular Socialista-APN, del PT, FPR, y de otras colectividades sindicales y sociales.
En la agenda del debate fueron colocados el Informe Político del Comité Central y las Tesis Política, Tesis sobre trabajo de masas, Tesis sobre la emancipación de la mujer, Tesis sobre Pueblos Indios, Reforma a los Estatutos y elección del nuevo Comité Central.
El objetivo del VI Congreso, enunciado en la consigna ¡Por el poder obrero y la Revolución Socialista, fortalecer al Partido Comunista!, lo situamos así:
En correspondencia con el Programa aprobado en el V Congreso, que sitúa que la Revolución Socialista es la meta inmediata de la clase obrera, es necesario dar pasos para el fortalecimiento acelerado del PCM, desde el punto de vista de nutrir sus filas, y desde el punto de vista de aumentar su influencia. Queremos subrayar que entendemos por crecimiento no un partido de masas, sino un partido de cuadros fuerte; no un partido de afiliados, sino un partido de militantes; no un partido-movimiento, sino un partido como organización de organizaciones.
El PCM debe llevar a un nuevo escalón su actividad, pues durante todo el periodo anterior lo esencial era asegurar la existencia del Partido, su carácter de clase, defender sus características marxistas-leninistas, su identidad comunista e internacionalista, lo que de alguna manera nos llevó sobre todo a concentrar la mayoría de los esfuerzos en la vida interna; hoy, prácticamente completada la reorganización, el partido comunista debe desplegar su intervención entre las masas, esto es, entre la clase obrera y el conjunto de los trabajadores, y entre sus aliados, los sectores populares. Queremos subrayar que el centro de la actividad del PCM es la clase obrera, el proletariado, y que en la medida que ahí nos arraiguemos, será posible desplegar la alianza social de la clase obrera y los sectores populares.
Actualmente el Partido desarrolló su presencia en la mayoría de las entidades del país, y en un importante porcentaje de las zonas que determinamos estratégicas, por la razón de la concentración de obreros industriales, por lo que es objetivamente posible el fortalecimiento del Partido y su intervención masiva entre el proletariado.
En correspondencia con el Programa aprobado en el V Congreso, que sitúa que la Revolución Socialista es la meta inmediata de la clase obrera, es necesario dar pasos para el fortalecimiento acelerado del PCM, desde el punto de vista de nutrir sus filas, y desde el punto de vista de aumentar su influencia. Queremos subrayar que entendemos por crecimiento no un partido de masas, sino un partido de cuadros fuerte; no un partido de afiliados, sino un partido de militantes; no un partido-movimiento, sino un partido como organización de organizaciones.
El PCM debe llevar a un nuevo escalón su actividad, pues durante todo el periodo anterior lo esencial era asegurar la existencia del Partido, su carácter de clase, defender sus características marxistas-leninistas, su identidad comunista e internacionalista, lo que de alguna manera nos llevó sobre todo a concentrar la mayoría de los esfuerzos en la vida interna; hoy, prácticamente completada la reorganización, el partido comunista debe desplegar su intervención entre las masas, esto es, entre la clase obrera y el conjunto de los trabajadores, y entre sus aliados, los sectores populares. Queremos subrayar que el centro de la actividad del PCM es la clase obrera, el proletariado, y que en la medida que ahí nos arraiguemos, será posible desplegar la alianza social de la clase obrera y los sectores populares.
Actualmente el Partido desarrolló su presencia en la mayoría de las entidades del país, y en un importante porcentaje de las zonas que determinamos estratégicas, por la razón de la concentración de obreros industriales, por lo que es objetivamente posible el fortalecimiento del Partido y su intervención masiva entre el proletariado.
El VI Congreso evaluó los cambios que se dan en el sistema imperialista, la pérdida de posiciones del imperialismo norteamericano y el ascenso de los capitales chinos, y en el contexto de la disputa por la primacía, las rivalidades interimperialistas que acentúan el riesgo de una guerra generalizada. También fue evaluada la muy débil recuperación de la economía capitalista, que ha seguido a la crisis de sobreproducción y sobreacumulación, así como la agresión de los monopolios para desvalorizar la fuerza de trabajo y golpear con bárbaras medidas los derechos y conquistas sindicales y sociales de los trabajadores del Mundo.
El VI Congreso del PCM confirmó la posición sostenida previamente con la caracterización de la nueva socialdemocracia y del gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador, inscrita en la corriente proteccionista del capitalismo, con el respaldo del conjunto de los monopolios, con la tarea de recomponer la dominación y asegurar la dictadura de clase sobre los trabajadores y sectores populares, para asegurar la ganancia, la acumulación, el capitalismo; por lo que el PCM refuta la falacia de que se trate de un gobierno de izquierda, pues se trata claramente de una gestión antiobrera y antipopular. Los comunistas llamaremos a los trabajadores a no dar ninguna confianza a tal gobierno, a no tener ninguna ilusión, a combatirlo sin tregua y sin pausa. Reforzaremos la lucha contra el TLCAN, contra las Zonas Económicas Especiales, para revertir la reforma laboral, en contra del trabajo precario y sin derechos, por aumento salarial y recuperación del poder adquisitivo, contra la privatización de la seguridad social, por el respeto a los derechos de los trabajadores migrantes, por el respeto a las tierras y territorios de las poblaciones indígenas, por los derechos y emancipación de la mujer trabajadora. Es claro que López Obrador está comprometido con los monopolios, y nosotros con la clase obrera, por lo que el choque es inevitable.
El VI Congreso del PCM ratificó la lucha por el socialismo-comunismo como camino para resolver los problemas que aquejan a México y el Mundo. Frente a los límites del capitalismo, a la barbarie, es necesario y urgente poner fin a la explotación, y la única alternativa es el poder obrero, la socialización de los medios de producción concentrados, la planificación central de la economía.
Por orientación de su VI Congreso, el Partido Comunista de México desplegará una intervención para organizar masivamente a la clase obrera y los sectores populares, desarrollará un conjunto de iniciativas en esa dirección, con banderas anticapitalistas y antimonopolistas.
El PCM es el partido de la clase obrera, el partido de la emancipación de la mujer, el partido de la juventud trabajadora y su ideología irrenunciable es el marxismo-leninismo.
El VI Congreso fue también el inicio de las conmemoraciones del centenario de la fundación de la Internacional Comunista, y de su Sección Mexicana, el PCM (Septiembre-Noviembre de 1919), y también de los 25 años del proceso de reorganización del PCM, iniciado el 20 de Noviembre de 1994. Estamos orgullosos de la historia del comunismo en nuestro país que ha nutrido sus filas con Sen Katayama, M. Borodin, Julio Antonio Mella, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Frida Kalho, Tina Modotti, José Guadalupe Rodríguez, Farabundo Martí, Gustavo Machado, Cesar Augusto Sandino, Rubén Jaramillo, Dionisio Encina, Mónico Rodríguez, y tantas y tantos camaradas ejemplares.
Acorde con el rumbo para los siguientes años, fue electo un Comité Central en el que se destaca en primer lugar que su composición mayoritaria es de trabajadoras y trabajadores, una edad media en los 35 años, aumentando de manera considerable el número de mujeres. En su primer Pleno el VI Comité Central eligió a los camaradas Pável Blanco Cabrera, como Primer Secretario, y Diego Torres, como Segundo Secretario. Fueron electos al Buró Político los camaradas Marco Vinicio Dávila, Omar Cota, Kimberly Ruiz, Alfredo Valles, y como suplentes Julio Cota, Héctor Maravillo y Ángel Chávez.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
El VI Congreso del Partido Comunista de México.